En mil pedazos...

No quería hacer una entrada, lamentablemente nada alegre puedo escribir. Es muy triste para mi no tener nada lindo, alegre que mostrarles. Es mi realidad, mi triste y sola realidad.
No sé qué es peor, lo que siento, lo que siento, lo que me pasa, lo que va a pasar, no lo sé.
Me propuse ya no pensar, no sentir, sólo vivir y tomar de buena forma todo lo que viene, lo que llega. Pero no es fácil.
Recuerdo cómo hace unos meses atrás agradecía la feliz coincidencia de haber encontrado, en un lugar común a la persona más maravillosa que jamás conocí. Alguien que creía sólo existía en mis sueños. Bueno, hoy ése el motivo de mi tristeza, aceptar que sólo en mis sueños puede existir alguien así. La realidad es muy distinta, y a veces quien tú más amas, te hace daño, y nadie más que tú sabe como duele eso.
Parece que cuando una cosa está mal todo lo demás también se pone mal. Pero te levantas, sigue y todo vuelve a ser cómo siempre ha sido. Pero cómo hacer o qué hacer cuando una de todas esas cosas, las que siempre pasan y te hacen caer te destruye. Cómo te levantas, cómo reconstruyes todo, cómo te reconstruyes a ti, si algo te hizo caer y ahora no eres mas que mil pedazos, dispersos en todas partes. Sin nadie que los recoja y los una otra vez. No queda más que hacerlo sola, pero cómo…